Tras dos días de camino, los rocieros y rocieras ayamontinos han regresado este miércoles a Ayamonte después de haber participado en la romería en honor de la Blanca Paloma, que tras el paréntesis de la pandemia se ha celebrado en los últimos días en la aldea almonteña.
A su llegada al Auditorio “Amador Jiménez” de la localidad, la comitiva rociera se encaminó, a pie, hasta la calle Sor Eloísa, pasando por la iglesia de Santa Ángela, en el Barrio de Santa Cruz. Desde allí, junto a numerosos ciudadanos y ciudadanas que quisieron acompañarlos en su regreso a la ciudad, la Hermandad se dirigió hasta el centro de la localidad. A las puertas de la Casa Grande aguardaban su llegada la alcaldesa, Natalia Santos, y miembros del equipo de gobierno, que se incorporaron a la comitiva, para acompañar a los peregrinos hasta la iglesia parroquial de Las Angustias, sede canónica de la hermandad, y donde tuvo lugar el encuentro del Simpecado con la Patrona de la ciudad, la Virgen de Las Angustias, y donde se vivieron momentos de gran intensidad.
Seguidamente tuvo lugar la celebración de una misa de acción de gracias con la que la Hermandad ayamontina ponía el punto y final a la Romería del Rocío de este año y comenzaba a contar los días para la llegada de Pentecostés, el año próximo, cuando vuelvan a reencontrarse con la Reina de las Marismas en la aldea almonteña.
Cabe recordar que la primera edil y miembros del equipo de gobierno municipal acompañaron el pasado treinta de mayo, en su salida de Ayamonte, a los peregrinos, así como en la última jornada del camino, en el tradicional paso de la comitiva por las arenas que les llevaría a la aldea, y donde la alcaldesa, junto a la presidenta, Carmen González, y los hermanos mayores, los hermanos Vázquez Díaz-Salazar, participó en la presentación del Simpecado ayamontino ante la Hermandad Matriz de Almonte.